Francisca
Ramos Montero es jefa de la Sección de Mayores del Área de Derechos Sociales.
Es trabajadora social experta en criminología. Con más de 20 años de
experiencia, en los que ha trabajado en Comisaría o en los servicios sociales
comunitarios en el Centro de Los Boliches en Fuengirola, antes de llegar al
Ayuntamiento de Málaga. Lleva 13 años en la Sección de Mayores.
¿Cómo evalúa su recorrido profesional?
Alguna experiencia satisfactoria de su trabajo que desee compartir.
A mí me motiva mi trabajo y mi experiencia
es estupenda con respecto al colectivo. Las personas mayores son un colectivo
que no tiene edad. La edad simplemente figura en su DNI. Son nuestra guía
porque siempre están delante y con mucha motivación. Para mí la mayor
satisfacción es poder contribuir, porque no considero que sea algo que nosotros
hacemos para estas personas sino que es algo que hacemos de manera conjunta. Si
ellas no estuvieran muchas cosas no se harían.
¿Cuáles son los objetivos del departamento?
El mayor objetivo que tiene este
departamento es que las personas lleguen a una edad avanzada sin ningún tipo de
dependencia y con plena autonomía. Somos un departamento preventivo: proponemos
acciones preventivas con objeto de retrasar la dependencia y para eso
fomentamos el envejecimiento activo, que una persona cumpla años y se mantenga
autónoma y pueda valerse por sí misma.
¿Han cambiado esos objetivos en los
últimos años?
Suelen cambiar porque estamos limitados
por un presupuesto municipal. En la medida que este presupuesto no crece y hay
algún recorte, no avanzamos ni crecemos en la medida que nos gustaría.
¿Cuáles son las actividades
fundamentales que lleva a cabo este departamento, según tu punto de vista?
El proyecto talleres para mayores. Para mí
el formato taller es la clave junto con el proyecto de participación. El
formato taller como ocupación del ocio, encontrar un grupo de iguales, tener un
motivo para salir de casa y que te permita ir al Carnaval, participar en la
Semana del Mayor... Es la clave, la base. Cuando menciono el proyecto de
participación lo hago porque es lo que nos permite actuar con el visto bueno
consensuado con las personas mayores. Tenemos 3 mesas de debate. Una mesa
permanente con un representante elegido por cada distrito y nos reunimos
frecuentemente; una mesa territorial en la que nos reunimos en los distritos
con las personas mayores y las asociaciones de esos distritos; y una mesa
general de asociaciones que celebramos en este Área una vez al mes. Para mí, la
Semana del Mayor es la actividad, sin duda, más importante, porque muestra el
trabajo de todos los talleres durante una semana en un entorno espectacular
como es el Paseo del Parque. Es el culmen de talleres. Ves allí el aforo a
tope. Las personas disfrutan mucho, visten sus mejores galas y se juntan. Es
muy bonito.
¿Cómo ha funcionado hasta ahora el
Cineforum de Mayores?
El Cineforum es una vuelta de tuerca que
se da gracias al recurso de Empleo Joven, que intenta evitar prejuicios de la
sociedad hacia las personas mayores y entre ellas mismas. Aquí damos un pasito
por nuestra cuenta. El año pasado fue una toma de contacto que quizá no
trabajamos todo lo bien que queríamos. Este año tuvimos una apuesta más
trabajada, con más implicación de los centros de servicios sociales y centros
escolares, gracias a que algunos habían participado en el rediseño del
icono de las personas mayores.
¿En qué situación se encuentran las
personas mayores de Málaga desde una perspectiva general?
La población mayor de Málaga, de más de 65
años, cuando llegué a la Sección era de un 12%. Trece años después es de un
17%. Ha crecido cinco puntos. Esto es un fenómeno similar en otras ciudades
españolas y a nivel mundial. Crece la esperanza de vida al mejorar su calidad.
La diferencia quizá está en el acceso al trabajo de las mujeres que ahora se
jubilan o que tengan más formación que quienes estaban aquí hace veinticinco
años. ¿Qué ocurre? Convivimos con ese perfil de persona mayor que venía de
reivindicar en las asociaciones de vecinos y siguen aquí con más de 80 años, y
empiezan a llegar personas nuevas que reclaman un coro, un taller de yoga,
actividad física o informática porque tienen un nivel socioeconómico o
sociocultural distinto. El Área de Participación, que promueve talleres como el
Aula de Formación Ciudadana, en su taller de informática cuenta con un 90% de
alumnos y alumnas mayores de 55 años. Como este aula no tiene edad, pues por
ahí se canalizan estos perfiles. No puedo establecer un perfil general. Sí
puedo comentar que entre las personas más mayores que participan en talleres el
porcentaje de mujeres es superior. Los hombres han sentido siempre vergüenza a
mostrarse en público, bailar. Ese perfil de hombre de 80 años está vinculado
más bien a los juegos de mesa y a las charlas con los amigos.
¿Cómo cree que se podría mejorar la
situación de las personas mayores?
Para mejorar la situación de las personas
hay muchos frentes abiertos. Si estamos hablando de prevención: dotar de más
medios, que sea más fácil acceder a actividades de tipo deportivas, talleres de
informática, el tema de nuevas tecnologías es complicado y nosotros no lo
tenemos resuelto.
¿Cuál es la principal problemática que
afecta a las personas mayores en Málaga?
El principal problema de los se acercan a
nuestra sección es la soledad. Las personas, en muchos casos, viven solas, son
viudas, y, a causa de que conocen a alguna amiga se vienen al taller para
ocupar el tiempo. Luego están las personas mayores que tienen algún tipo de
limitación, que no me corresponden a mí en la sección. En general la principal
problemática de una persona mayor es que tenga limitada su autonomía, que sea
dependiente, y eso se aborda a través de la Ley de Dependencia y de los
Servicios Sociales Comunitarios. Si tiene limitada su autonomía y además vive
sola ya hablamos de población de alto riesgo. A lo que también se le suma que
tenga pocos recursos económicos. Hablamos de salud, dinero y amor como dice la
canción. El principal problema de las personas mayores en general es el mismo
que podemos tener todos, el único problema es que la juventud no se asocia a
falta de autonomía, pero hay muchas personas jóvenes que no la tienen. El
problema es relacionar la edad a la falta de autonomía. Hay muchas personas
mayores que son autónomas pero tienen pensiones muy bajas o no accedieron a la
cultura y no se pueden proveer su ocio y su tiempo libre por sus propios medios.
¿Qué imagen tiene el colectivo de mayores
para la sociedad en general? ¿Es un grupo estigmatizado?
El colectivo de mayores es invisible tanto
para la ciudad de Málaga como para la sociedad en general. No sale normalmente
ninguna noticia positiva en los medios de comunicación, sale el que se cae y se
queda como una cucaracha hasta que lo recogen, o un Diógenes que está en un
entorno de basura y abandono; pero no salen todos los que esperan en la puerta
del colegio a sus nietos, los que participan en actividades, los que se
preocupan por cuidarse; salen como consumidores de pensiones y de recursos
sanitarios y como un estorbo... Como decía una chirigota: “si me quieres,
muérete ya”, para que no cobres más años de pensión de lo que has cotizado. Ese
prejuicio es desconocimiento y falta de empatía, ya que a todo lo más que
podemos aspirar los que estamos aquí es llegar a los 80 años con calidad de
vida y con salud. Por eso proponemos actividades como el Cineforum. Se debería
contemplar la realidad, que el colectivo de mayores no es homogéneo: hay unos
con limitaciones y otros que hacen running, se dedican a viajar o compaginan el
cuidado de familiares... Abarca desde los 65 hasta casi los 90 años.
¿Hasta qué punto está afectando la crisis
a este colectivo? ¿Qué papel ha jugado el mayor en este periodo a nivel
familiar y social?
Ha afectado muchísimo, ya que al ser un
colectivo que al menos tiene sus pensiones, no se le han revalorizado pero han
mantenido mínimamente su capacidad adquisitiva y han sido el soporte de los
miembros de su familia. He visto a muchos tener en su casa a 8 o 9 miembros de
su familia, van los hijos con los nietos a comer porque los hijos estaban en
paro. Han sido un sostén todos estos años porque tenían la pensión. La más
sencilla no llega a 1.000 euros, si son viudas, en torno a 500.
¿Qué carencias observa en los
recursos que se ponen en marcha para mejorar la situación de las personas
mayores?
Carencias sanitarias, de servicios
sociales, desde la Ley de Dependencia hasta una mayor inversión y mayor apuesta
por el deporte o las actividades de ocio y tiempo libre. Para el volumen de
personas que ya estamos contemplando y van a ser en un futuro hay carencias en
todos los segmentos. Desde este Área se necesitarían más recursos económicos y
técnicos de personal. Es un Área que tuvo un impulso fuerte hace unos años,
pero llevamos ya otros años sin tener ese impulso en el que se empiezan a
jubilar o todos tenemos una cierta edad y no hay relevo generacional que también
vendría a aportar ideas nuevas, ya que nosotros no podemos atender a más
personas de las que ahora atendemos. Supongo que hay prioridad en otras
cuestiones, como la seguridad.
¿Qué cree que puede aportar el colectivo
de mayores a la sociedad?
Puede reivindicar, participar, hacerse visible
asistiendo a los foros y a los lugares donde podría alzar la voz, participar en
la política, en el voluntariado, en la universidad... Participar en todos los
lugares donde pueda ser escuchada su voz. Tener ciertas plataformas en las que
se considere la valía de la experiencia como un plus. Es una cuestión conjunta:
de las personas mayores y de toda la sociedad. Tendría que hacerse un doble
esfuerzo.
Entrevista
realizada como periodista del Ayuntamiento de Málaga y publicada en el Boletín Informativo de Derechos sociales
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