domingo, 2 de diciembre de 2012

Umbral

O el arte de dictar una columna

Francisco Alejandro Pérez Martínez, Umbral por excelencia: poeta, periodista, y escritor, aunque para sí mismo no era periodista, porque decía que no había dado ninguna noticia. Aquel gran columnista que no llegó a utilizar el ordenador, para satisfacción de muchos.

Umbral: “Admito que citarme es una cosa que vende”

Umbral. poeta y periodista, quizá no en ese orden, era y es un ejemplo de literaturidad. Un señor con canas en el recuerdo y peinado de seguridad y personalidad por los costados. Las gafas de un exquisito creador de metáforas o, tal vez, de sencillas deducciones que sólo él sabía expresar. Un personaje perfectamente maquinado para establecerse en un altar de elogios continuados. 

Umbral: “El rock es la navaja de la música”


Umbral solo asistió un año a la escuela, algo que confirma la efímera didáctica tan útil solo en lo superficial. El botones de un banco que acabaría siendo ídolo para muchos y, al menos, un prototipo de saber estar en los periódicos para el resto. Quedará siempre su bufanda en el arte de la escritura sin tapujos, quedará en las ondulaciones del viento de Madrid. Y su forma de cerrar, literalmente, El Mundo.

Umbral: “Lo malo es cierto”

            José Ignacio Díaz Fernández destacó el estilo único de Umbral, sus columnas con un gran valor estructural. “La columna de Umbral es un cuerpo a cuerpo con el idioma”, dijo. Con los adjetivos `llamativo´ y `contundente´ lo definía Javier Mayoral, pero “quizá su legado no sea igual”. Subrayó la importancia de Umbral en el cambio de la columna moderna, “la columna de ahora no se entendería sin el cambio de Umbral”. Destacó la originalidad en la estructura de sus columnas, su estilo (“el legado más problemático de su obra”), su personalidad y construcción del yo o ego periodístico, su creatividad lingüística y atrevida y su arte del insulto.



            David Randall habría encontrado a la persona que encajara fielmente en la descripción de su Periodista universal, sería Umbral, según Pedro Paniagua. Esa persona que comparaba la columna con el soneto. España Suárez, la mujer del gran columnista, también estuvo allí para dedicarle (aunque con vista previa) algunas palabras al hombre con el que pasó casi toda su vida, pues se conocieron cuando ésta tenía 13 años. “Ya son cinco años sin Paco…”
                                                                                          
Umbral: “El que lo piensa todo primero, no escribe nada después.

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