Y el ruido de la calle
El
heredero de `El ruido de la calle´ de Umbral, Raúl del Pozo, deja patente que escribe para sus lectores sin pensar en las posibles críticas. Dice que el
hombre que sabe escribir es superior a todos y “yo siempre quise ser escritor”.
Dice que lo único que le gusta es escribir.
Se dirigió a los alumnos: “si no sentís
el veneno, una pasión tan grande como el amor, es mejor que no estéis aquí” y
siempre apuesta por los jóvenes periodistas. Del Pozo comenta que hay que tener
una terrible vocación. El rasgo fundamental que deben tener los periodistas y
columnistas es el veneno. Siempre se puede abrir el camino en la selva oscura
del periodismo, las redes sociales conforman la selva inexplorada. “Lo único
que sobrevivirá del periodismo en papel son las columnas”. Pero, señala, “el
soporte no es importante, lo importante es el talento”.
Raúl del Pozo afirma que no hay que tener respeto
más que a la verdad. No quiso dar consejos, explica que no sirven para nada,
“ese culto a la vejez es una cosa repugnante”. El periodismo es una profesión
tan hermosa, comenta, sobre todo el reporterismo. “Antes los periodistas querían ser corresponsal de guerra, ahora quieren estar en el periodismo del corazón”.
Sobre el periodismo que se hace en la radio, dice, se ha convertido en un
gallinero.
Las columnas son para él pequeñas
novelas, no hay diferencia entre novela y columna. Pero, explica, las columnas
se escriben cuando el periodista está cansado, “un columnista es un reportero
cansado”. Aún así, “la columna es un vicio español”. En una comisaría, como
comparaba a la facultad, Del Pozo definía el periodismo como una pasión, así lo
entiende. Si bien, comenta, “ese periodismo ha muerto, ahora sólo falta el
quirófano”.
Ruano, Cela, Umbral… son nombres que
destacaba en el mundo del periodismo. A Ruano tuvo el honor de conocerlo,
explica, de ser un gran amigo suyo, “podía ser grosero y el ser más fabuloso”.
De Umbral recibió el testigo de cerrar El Mundo. Este último decía que la mejor
literatura se escribe en los periódicos y la escriben los columnistas. A Umbral
le pasaba como a Cela, afirmaba Del Pozo, “se creían las cosas”.
Raúl del Pozo asumió su oposición ante los
emprendedores, “es la cosa más cursi que he oído nunca”. También dedicó algunos
calificativos a los políticos: esa gente sin alma, hipócritas… “pero un
periodista tiene que juntarse con toda clase de gente”. El alfabeto funcional
hasta los 30 o 40 años, como dice de sí mismo, comentó que empezaba cada día
como si fuera mentira. Además, opinó acerca de la situación actual de los
periódicos. Dijo que es normal que se cierren, “si no lo hacen van a quedar a
merced de los bancos y los partidos, no sé lo que es peor”. “Es triste que los
periódicos no hayan pensado en renovarse antes”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario